Se cubre los oídos.
Suspiro…
Quizá
seamos un malentendido;
de esos
que no tienen sentido.
Un par de ojitos bonitos
Un imbécil incomprendido
Yo también me haría caso omiso.
No soy más que un niño resentido;
ideándoselas,
día con día,
para cagarla.
Pero,
aun así,
me hace falta salir a buscarla.
Aburrirla con las mierdas de mi infancia.
Besarla,
sabiendo que nunca seremos nada.
Animarla,
con alguna de mis pendejadas.
Esperarla,
como un niño
espera a Santa Claus por la madrugada…
Saldrá el sol,
abrirá los regalos,
se castigará a sí mismo
por no haberlo esperado.
Caerá el sol,
fumaré un cigarro,
me lamentaré un rato,
y luego...,
te seguiré soñando.