Ay amor, llévame
contigo a sacar el agua.
A detener el viento,
planchar mareas
y cantar sonetos al alba.
Llévame, donde el amor
es fruta y el beso
una pepa de sal divina.
Llévame a descubrir
el cielo bajo las sábanas
y morir lentamente entre
olas de manzanas mordidas.
Ay amor, mirame
con los ojos cerrados
hasta que me veas como soy,
desnuda de tí y sin esperanza.