Prosa Osada

La mujer, yo y el Prozac

 

Puede ser que los medicamentos consigan tener dormida esa parte en mi cabeza que hace que todo vaya rápido y que quiera detener la vida para echar de menos el pasado para atormentarme una y otra vez, pero ésto me permite ser un individuo eficiente y capaz, controla la parte más importante en mi cerebro o al menos la parte que modifica mi comportamiento errático, me tiene alejada completamente de los vicios y el exceso e incluso de mis manías. Todo es más normal y menos obsesivo compulsivo o en otros casos maniático. Aún que algunos pensamientos aún no se van del todo la vida sonríe en mi cara todos los días, y a pesar de que todo está medido y controlado, yo puedo ser productiva y sociable del modo que jamas imagine.

Soy ésta mujer todo el tiempo con altas y bajas normales que duran un momento y al siguiente la vida continua sin ataduras toxicas mentales y la chica temerosa se esfumó.

Ha sido difícil, cada parte de mi vibraba de terror cada que los retos se asomaban y hoy son algo tan cotidiano e importante que,  no dudo en salvarme ni un segundo, mi vida pendia de un hilo y corría riesgos innecesarios, la gente toma su lugar en los compartimentos correctos dentro de mi cabeza y ya no hay caos ni inestabilidad emocional, y todo esto estaba al alcance dentro de una píldora de 20mg de medicamento controlado.

Si tan solo lo hubiera sabido antes, habría evitado cometer tantos errores en mi vida. Pero ya no me atormentó por éso, ahora el día mejora a todo momento aún que la lluvia esté muy fuerte y se pronostiquen tormentas, ya no tengo miedo a sobrevivir la catarsis de mi vida, todo es tan bonito desde estos nuevos ojos, medio ciegos.