Ven,
te espero, en el filo de la vida.
Que es el principió, de la imposible victoria, del después.
Hay un cielo llorando,
Dice que no va a parar,
si no te vuelve a ver.
Un racimo de gotas,corre
resbalando, sobre nosotros,
Para apagarnos la sed.
Ven, desnuda ese torso dolorido,déjalo descansar.En el dorso de mi piel.
Te miento;
Mi vida, es ya, un desierto.
Y mi habitación,
ya huele a muerte.
Ven,en días de pan y vino,
Ven,quinientos años después.