Agobiante realidad
Que aquejas mi mente perturbada
Ocultando de mis ojos
El letargo de mi inevitable sino.
Haces que me siente y observe
Como la carne de mi cuerpo pierde calor,
Despide por los poros lágrimas de sangre
E inundas la vida con sufrimiento y soledad
¡Ay de mi! Víctima del interminable calvario
Solo en sueños ahuyento a los demonios
Que con burlas y risas intentan perseguirme
Dentro del laberinto que forman mis sueños.
¿Hay siquiera forma de escapar?
Despierto sueño también,
Me escabullo entre las ramas de un laurel
Pero el oro siempre es de ellos
¿Acaso hay forma de vencer?
El gallo calla en las mañanas
Y aventajo a mis perseguidores.
Al lado de mi lecho se encuentra la panasea
Que se derrama caliente por mi garganta.
¡Una vez mas, obtengo ventaja!
Me siento fuerte y confiado
¡He perdido al maligno!
Pero que osado he sido.
La realidad ahora es abstracta
Y quimeras con mil caras me rodean
Mamá me dice que siga
Papá que siga su camino
El vecino que le ponga fin
Los amigos que ya esta
Rostros me gritan incongruencias,
Mi cerebro se derrama en mi cabeza
Y me arranco los oídos.
Ya no hay mas sonidos,
Las quimeras desaparecieron
El calor de mi cuerpo hace mucho se fue
Y acostado en un charco carmesí
Veo la lejanía y siento como,
En un suspiro,
La realidad se despide en un beso frió,
Y al fin puedo disfrutar del eterno sueño