Ha quedado vacío mi mundo, haz partido
Es la noche cada vez más oscura, sin luna
Las pequeñas manos no se posan en mi sien, no bendicen
Y el jardín ha visto morir tus Dalias, en abandono
No alcanza el valor para continuar, para adquirir la destreza del olvido
Lentos son los caminos sin los verbos que te acerquen al amor
Un instante cualquiera es eternidad, en la fidelidad de la memoria
Una sonrisa en recuerdo, una realidad en el espejo
Mi mundo sin magia, de días yermos, empobrecidos
Una muerte en acecho, una vida corta
Una puerta entreabierta, una imagen que espera
He vagado sonámbulo del todo a la nada
Caminaré a tu beatitud, te buscaré entre las rosas
Compartiré tus memorias, entregaré tus amores
Enseñaré tus lecciones, cantaré tus cantares
Seré feliz, no importa. Me aquietaré en tus entrañas