En un precoz azar
donde me asomo
se ilumina tu párpado
vespertino
los ojos del talvez
ganado ayer
hace sonar su voz
sobre el golpear
con un martillo de mar
en el camino prometido
levantando asideros
astillando recodos
para que pase el viento
desarmando castillos
de silencios
construyendo escalones
para llegar
a donde estoy yo mismo
sentado a la derecha
de tus senos
a la izquierda del tiempo
y sus abismos.
nutriéndome
de tus respiraciones
acercándome a Venus
y sus molinos
Eduardo A Bello Martínez
Copyright - 2019