Intenté quedarme en las ramas
mientras los pájaros azules se iban.
Intenté no mirar como dijiste,
intenté solo volar en cielos de jaulas.
Ellas abrieron sus puertas desesperadas.
Yo nunca les negué estar aquí.
Parecían hechas para mis alas
pero tan breves para mi eternidad.
Intenté mantener mis heridas enjauladas.
No codiciar el cielo que otros pájaros volaban.
Pero ya ves, amada, si yo alzo el vuelo,
Tú siempre vendrás detrás de mí.