Amor, ¿adónde por la intrincada senda has ido
que a espacios remotos y agrestes te ha llevado
y de mi amor y compañía te has alejado
sin haberte tan siquiera de mí despedido?
Me has abandonado en el inmarcesible olvido
y en este abyecto mundo solo me has dejado;
en tu ausencia vivo alicaído y desesperado
buscando la escarpada senda que tú has seguido.
Desearía vagar por el espacio infinito
y perderme en los océanos de la eternidad,
antes que sufrir la aterradora soledad
de este aciago mundo tan bárbaro e inaudito.
¡Apiádate de mí, oh mi dulce vengadora,
no me olvides en soledad tan aterradora!
Suspiros y sueños de amor