Tuve hace tiempo una mujer...
Ella era mi querida,
la quería tanto,
más que a mi propia vida;
la creía toda una reina,
me dominó su belleza,
en mi mente nunca
Se ocurrió irrespetarla.
Si hubiera sabido la realidad
con quien me engañaba
el no se hizo esperar,
al menor descuidó,
ahí aprovechaba...
Cuando me di cuenta
de su vil traición;
muy entristecido
Dije: ¿para qué
es de mi buena intención?.
Y no me avergüenza decirlo
que hasta por ella lloré,
¿Para qué?... Si no valía la pena
llorar, por esa mujer.
Lastima de mis lágrimas,
no tenían razón de ser.
Les pregunto a mis amigos
que me saben comprender.
¿Para qué, uno las quiere tanto
Si no saben corresponder,
si el amor que uno les brinda
todo lo echan a perder?
La vida me lo ha enseñado
que el valor de una mujer;
no es por una cara linda
ni lo que pueda tener.
Valen por sus sentimientos
que salen del corazón,
la que hoy me trae estos recuerdos
solo me dio una traición.
Y no me avergüenza decirlo...