Es triste recordar tus besos, tu mirada y tú entrega; es triste porque todo aquello parece que solo fue un sueño, pero más tristes es aún saber que no estarás en mi vida.
Te amé, dediqué mi vida a amarte, eras mi razón de ser, fuiste mi motivación y mi inspiración, consagre mi vida y mi tiempo solo para ti.
De pronto, en un descuido todo terminó, parece haber despertado de un sueño a mi realidad.
Se me hace tan absurdo mirar al cielo y no tener la esperanza de que llegue mañana y poderte ver.
¿Dónde quedaron nuestras promesas de amor? ¿Dónde quedaron nuestros sueños?.
¿Que va a ser de mi vida sin ti? ¿Que va a ser mi vida sin saber de su destino?
Son tantas preguntas que hacen de mi pobre corazón un zombie, soy un muerto vivo que ya no encuentra paz sin tu mirada.
Ojalá hubiera podido tener tus caricias para siempre, ojalá tus besos hubieran Sido solo míos, ojalá tu mirada hubieras consagrado a mi vida.
Quiero que sepas que en mi corazón estarás para siempre, que tú lugar no lo ocupará nadie, y estaré para amarte la vida enterera, seré tuyo hasta el último suspiro mío.
Autor: Ronald Tadeo Ramírez Elizalde.