FELINA

¡NO ME PREGUNTEN SU NOMBRE!

Tardes soleadas con tintes de rubí,

fragancia de gardenias esparcida por aquí,

tu mano con la mía, se entrelazan entre si,

el corazón palpitaba con furia desbordada,

eramos dos almas que a los ojos se miraban.

¡Cual es tu nombre… yo te pregunte!

Sin pronunciar palabra me tomaste por la espalda,

arqueaste mi cuerpo y un beso en la b0ca me estampaste,

un beso de dos minutos que me pareció una eternidad,

pues yo con tanto susto no podia respirar,

aún no sabía que aquello … se llamaba besar.

Fué pasando el tiempo y a aquel chico  volví a ver…

¡Le dije de nuevo… tú nombre quiero yo saber!

el sin decir nada me fulminó con la mirada,

me tomó por sus brazos y me sentí embriagada,

de una dulce calma, no sabía como se llamaba

aquello que sentía, ni el nombre de mi chico,

¡Al no saber su nombre…yo le puse sentimiento!

Fué muriendo la tarde, aquel chico se alejaba

dejándome desconcertada,

su nombre aún no averiguaba.

Con pasos sigilosos me dirigi a mi casa,

cuando llegó la noche el corazón se aceleraba,

pensando en aquel que tanto me turbaba.

Pasaron varios dias y yo no lo veía,

entonces llegó el llanto, no sabía lo que quería,

porqué me duele el pecho, yo me preguntaba.

Tengo mariposas en mi vientre encajadas,

no tengo sosiego, me hace falta su mirada,

al no tener respuesta, le puse enamorada.

Pensativa y ansiosa caminaba por la plaza,

me tomaron de la cintura y voltee la mirada

y adivinen quien era… me quedé abismada,

¡no conozco su nombre… él no me ha dicho nada!

¡Le pregunté de nuevo… como es que te llamas!

Caminamos callados sin pronunciar palabras,

entramos a un recinto a un ladito de la plaza,

¡Que sitio tan bello de perfumadas fragancias!

¡Quiero saber tu nombre… no lo pude saber!

su cuerpo ardia en llamas… en llamas de placer,

te llame pasión, ese nombre yo te dí.

Ardimos como nunca bajo sábanas de satín,

entre fragancia y suspiros, nos amamos hasta el fín.

¡No conozco tu nombre y porqué te amo así!

Será que no tienes nombre… por eso me estremecí,

soñando con aquel que un día conocí,

que hoy recuerdo con un dulce frenesí.

Quisiera saber su nombre… es muy triste vivir así,

amando con el alma , al que un día vino a mí.

¡No me pregunten su nombre…su nombre no conocí!

¡Como nunca supe su nombre…yo le puse AMOR!

Felina