En apariencia, el pueblo se “resiste” a las imposiciones del amo.
En lo real, lo que consigue es todo lo contrario.
La Resistencia engendra el Poder y justifica los mecanismos de Control/Dominación/Castigo que dicho Poder ejerce.
La Resistencia es siempre originaria del Poder y de nuevas formas de Poder.
El Cambio real, que conduce a la Libertad, no pasa por la Resistencia, ni, por supuesto, por la Sumisión.
La Libertad no nace de la Resistencia, y la Historia nos lo ha mostrado una y otra vez.
(ref.M.Foucault)