Antonia Ceada Acevedo

Al olivo

Maestría  de  naturaleza crinada

en tu tronco soberano, fuerte, curvo,

contemplo con bonanza  el otoño

y te hablo, como la hiedra habla al rio.

Mi mirada, en el siglo de tus siglos.

Olivares  que visten mi tierra sudada

soportando los caprichos del tiempo

os  recito  decorando  con voz  silente

el  declamo  al húmedo  labrantío,

más amo tu  bravo  corazón  de  olivo.

A tus raíces esta humilde  reverencia

que buscan suelos  en los infinitos

a cambio tú  regalas  un sacramento

cultivado  en ,solitario,  libre albedrio.

En tu hoja larga  de planta perenne

voy a deleitarte con un  verso escrito

y  con tu flor “rapa” de blancos pétalos

a crear, a rezar  una oración “al Divino”

Ay  aceitunero viejo  con cara de niño

Ya  te veo olvidado, nublado, vareado

Así  como un poco  cansado, rendido,

pronto  zarandearas cosechas de   penas

con tu rojo fuego  bello  y agresivo.

 

Antonia  Ceada  Acevedo ©