Hoy es día del pequeño hombre
Y la pequeña mujer;
Refiriéndome en una medida,
Son más grandes que lo inimaginable,
Esos bellos seres astrales,
Con su intacta capacidad concientiva,
Han venido a redimir las familias
Y unir los hogares.
Tiernos y con una sonrisa clara,
Son los niños de mi Venezuela;
Y aunque en muchas partes del mundo
A los niños los condenan,
A vivir o/a morir entre llantos,
Por el hambre y la guerra sin fronteras.
Tú, no existes un día nada más,
En el planeta siempre has de estar,
Enseñando a los más adultos,
Que el amor existe y que dejen la maldad.
Eres de los hogares la alegría,
Eres un ánfora de bondad;
Eres el sol que brilla cada día,
Eres del mundo su felicidad.
Si la sociedad fuera dirigida por niños,
Seguro, todo sería mejor;
Porque ellos tienen, lo que a muchos nos falta,
La transparencia, la humildad, la nobleza y el amor.
Niño de Venezuela eres,
Niño del mundo serás;
Niño que cruzas fronteras,
Niño que la vida has de amar.
A todos los niños desasistidos del mundo,
Le invade una gran melancolía;
Y con lágrimas entre las manos,
Quisiera brindarles hoy, un nuevo día.