AMANECER.
Cuanto amo el amanecer,
ver en tus ojos el despertar,
un hoy con instantes de ayer
y un regio mañana por llegar.
La luna durmió en tu noche,
ahogando el silente reproche,
de la tarde apagada temprana,
veleidosa a un nuevo mañana.
Y es que se sentía celosa,
que a través de tu ventana,
mi alma acudiera ansiosa,
a tu intimidad temprana.
Mas inexorables fueron,
la noche y el amanecer,
que al ocaso durmieron,
para en tu sueño yacer.
Y vi tu despertar temprano,
entre aromas de tu alcoba
y se beatificó mi mano,
en tu tersa piel de caoba.
Ya con el sol incipiente,
iluminando tu estancia,
tu cuerpo fue evidente
y calma fue mi ansia.
Y un beso en tu frente
consumó fuego y celo
más el deseo sutilmente.
No cejó entre piel y mente,
aunque aclarara el cielo.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Noviembre 3 del 2019.