La cama es un universo del infinito
y el despertar del sueño carece de importancia.
Tengo hambre, tengo hambre, y grito
y nadie aparece, excepto, el Señor Intolerancia.
No estoy despierto. Nace grande la entrada
del FAT y su perseverancia de compra y venta
TO WAKE UP TO REALITY(*) que tanto me agrada:
deficiencia y su belleza que activamente ahuyenta.
Pero mirad: el despertar de la puta \"revolución\"
convertido en un plato de manzana lisonjero
para aplastar la ya desgastada \"evolución\".
Veo a tantos estúpidos que soy un solitario,
y en esta soledad, bien cierto me hago legendario:
me acomodo en mi despertar y rompo el primero.
NACHO REY
(*): despertarse de la realidad