Fui de paseo al Parnaso
y me encontré a Garcilaso.
Me preguntó muy sonriente:
¿Dime poeta incipiente,
dicen hay nueva corriente
con estrofa recurrente?
¿Hubo acaso algún osado
para cambiar mi legado?
Entonces salí del paso
contestando humildemente:
Le contaré que ha pasado.
II
Nacida allá por Valencia
con garbo y grata presencia,
está causando locura
una estupenda estructura
que como rayo fulgura
con una luz suave y pura.
Todos estamos dementes
escribiendo consecuentes.
Pues nos cautiva su esencia
que desliza con soltura
con sus rimas sorprendentes.
III
De pronto llegó Quevedo
y dijo: Perdón si excedo
mi necedad por saber:
¿ Quien podría componer
versos que puedan tener
fulgores de amanecer?
¡Nuestro verso seducía
a la gran musa Thalía!
Por eso impaciente quedo
que me quiera responder
quien creó tal poesía.
IV
Observando su mirada
con ironía adornada
yo me atreví a contestar:
Esta estrofa va a cambiar
la manera de versar
y al mundo ha de conquistar.
Trae en su dicción inscrito
de belleza lo infinito.
¡Tal perfección fue bordada
por un hombre singular
que se llama Juan Benito!
Autor: Aníbal Rodríguez.