Esto que siento, lo expreso, porque así lo siento.
Aunque debo aclarar que lo que siento, no es tan real. Diría que no lo es. Es una burla. Es una bronca. Un descargo emotivo. En realidad, pienso, y esto sí es auténtico, QUE AMO A MI PAÍS.
Lo lamentable es que en este país hay personas (o personajes) que no tendrían que estar en este país.
Uno de los países más ricos en producción de alimentos.
Tenemos vacas, trigo, verduras de infinitas variedades, frutas y... bueno, mi memoria no me ayuda a recordar TODO LO DEMÁS QUE TENEMOS EN PUEBLO DE AMOR Y PAZ.
Aunque algunos de los están en el Congreso, en la Justicia, en Casa de Gobierno... no están al alcance HUMANO que debieran tener para nosotros, el pueblo.
Es muy probable que a más de uno no le caiga bien este mi humilde relato.
Lamento así sea. Pero digo lo que pienso. Es un descargo que hago, porque esta mañana me he levantado con un humor muy malhumorado. Cómo no ser si he estado en supermercado.
Estar allí, es como para volverse loco. Y el estar... a mí sí me pasa como si se me estallara el bocho (cabeza).
¿Quiénes son los que comentan que los precios han de bajar? JAJAJA!!! De la estantería han de bajar los productos. A veces siento como que me dan ganas de encajar manotazos a los productos( sin excepción) y arrojarlos al piso. Estar en un supermercado me convierte en un ser dócil, comprensible, amoroso... PROTESTO con quienes atienden las cajas. Pido hablar con el encargado, y les digo lo que pienso. Las cajeras se sonrojan (pobres, ellas nada tienen que ver con la gran suba de precios) Pero son representantes del super. Los encargados dicen que son tales. Ellos no son culpables (es la verdad). Pero LOS DUEÑOS DEL LOCAL SON LOS RESPONSABLES. OPINO QUE NO TIENEN QUE SER TAN LADRONES. Capaz que esté equivocado. Pero permítanme que me desahogue con mis expresiones.
Para eso estamos en un país democrático.
Hasta a veces pienso que este país ES UNA MIERDA. Perdón la expresión... pero a veces pienso así.
Tendríamos que volver a la década del 40 ó 50.
Y comprar todo por peso. El azúcar, los fideos, el café... y todos los productos que existían (como ahora) en aquella época.
Claro que los precios de los productos en esas décadas eran un poco más baratos que los de ahora. HAN TENIDO UNA VARIACIÓN DE PRECIOS. Tal vez no tanto. Pero, han aumentado como cinco pesos más en todas estas décadas.
Ir a un supermercado, me agrada. Me da mucho placer comprar...
No sé que habrá pasado hace unos días cuando fui a comprar, y solicité 100 gras, de azúcar suelta y cuarto kilo de fideos moños, pero que fuesen envueltos en papel (como los que envolvían hace más de 60 años). Seguro que el empleado habrá pensado que estaba loco
¿Loco? ¿Es que soy el único loco referente a los precios actuales en nuestra PATRIA?
Es probable que ustedes, amigas, amigos, piensen lo mismo. O no.
Y bué... así están las cosas en mi país. Conste que esto es sólo el principio. ¿Qué ha de continuar después...? Qui lo sá. Pienso que interiormente tengo mi respuesta. Es probable que así sea.
Pero como no quiero aburrir con esta locura de mi real relato, he de finalizar mi parloteo literal.
DIOS TIENE MUCHO TRABAJO PARA SOLUCIONAR LO QUE LOS HOMBRES DEL PAÍS DEBEN DAR SOLUCIÓN A TODAS ESTAS INJUSTAS MIERDAS EXISTENTES.
4/11/2019.