Apaguemos la luz
y demos comienzo,
nos quitaremos la ropa
entre caricias y besos.
Y en esta oscuridad
que envuelve los cuerpos,
también habrá un lugar,
para esas palabras que permite el deseo.
Y la luz de la luna,
que entra por la ventana,
nos indica el camino,
para seguir todo en la cama.
Y cada movimiento,
nos acerca más al final,
y es cada sonido,
música que no olvidás.
Y cualquier posición,
será siempre perfecta,
para juntos acabar, sin salir del cuarto,
entre las estrellas.
C L