Rodrigo A. Alvarenga

Un abrazo

Perdió sabor el cigarro.

Los besos,

se acabaron.

Las noches,

pasaron.

Pero este idiota,

siguió esperando;

un abrazo tuyo

que dijera:

“sos todo lo que había soñado”.

 

Jamás se ha articulado.

 

Porque…

soy pesadilla,

resaca y envidia.

Trauma,

tristeza y agonía.

 

Vos, en cambio…

sos belleza,

llena de gritos y melancolía.

Una princesa

que no necesita (mi) compañía.