Nestor Varela

Lluvia de noviembre

El sonido de millares de aves
culmina en un rayo blanco cayendo,
es el aire tornándose frío azulado
y la noche que parece perpetua.

Marrones ojos se dibujan en la tierra,
se suman, se superponen como letras
confusas que se inician al habla,

y la tierra exhala un vapor
de voces que gorjean húmedos versos,
se levantan dificultando mi aliento,
al tiempo
en tu ventana,
caen tristes gotas
sobre el cristal,
tímidas y pequeñas resbalan
se deslizan a palabras,
juntándose como lágrimas
de tu lejana sombra larga,
y se dibuja en mi cara
una media luna
que se impone difuminada
sobre una niebla alba.

¿ves por qué me gusta?,
me gusta la lluvia
porque en estos días
de tu lejanía,
es la única forma
de comunicarme contigo
y decirte
en letras de agua
en versos traídos por el viento
la borrasca de mis emociones.