Antonio Encinas Carranza

El amor puro

El amor puro

 

La mañana estaba despertando,

La aurora, fue apagando

La luz sonrosada

Y las lágrimas del alba matinal.

 

Era la hora prima de un día virginal.

Que emocionado desplegó sus luces

En una explosión de matices.

El día llenó su faz de rubor

Que encendió su infantil candor.

 

Al ver la luz con emoción

Apareció el amor como una visión.

Un sueño, una ilusión, una ensoñación

Era la redención del amor sincero.

Tan sorprendente como un lucero.

 

Que se manifestó como una copa de pasión

Una copa efervescente que brilló más que el Sol

Y en medio de la virginal oración

Allí, ella reinaba en medio de un girasol.

 

La magia de la flor virginal que fascinaba.

De la mirada que embelesaba.

La flor casta que hechizaba.

Con su sonrisa todo lo embriagaba.

 

Arrobaron los días llenos de tibias brisas

Que acariciaban su rostro.

Sueños e ilusiones y en medio de ellas ... el amor

Que dejó su rastro, sus huellas

Eternamente marcados en las almas.

 

De: Antonio Encinas Carranza

De Lima, Perú

D. R.