Me enseñaste
a no sentir celos,
que el amor verdadero,
es más que sincero.
Aprendí de tí,
a confiar en la verdad,
que brota de los labios
de los que saben amar.
El amor es un castillo,
construido día a día,
en donde la duda,
no tiene cabida.
Antes bien,
fortaleza y seguridad,
en cada abrazo,
así, hasta la eternidad.
Gracias a Dios,
por todo lo que nos dá,
y porque cada día…
¡ Nos amamos más !
© Saulo Garcia Cabrera
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