Estamos hoy envueltos
en la espesa nube de los
pensamientos, en la
insensata ebriedad del
tiempo que se tambalea
entre día y noche que
se va en destellos y
amaneceres, estamos hoy
pero mañana no sabemos,
anochecemos, con la
vaga esperanza de seguir viviendo
en la espesa nube
de los pensamientos
la disolución
sin solución
ante nada y
ante todo.
Que daría por ver
mis versos, en
otro tiempo, en otros
ojos. Que daría si
la vida me diera besos
me diera caricias de versos
olvidados.
¡ay de la vida!
de los tiempos, que
ya pasaron, de los sentimientos
que se encontraron
de las huellas que
dejamos en la
playa que paseamos
que se borraron
que se inundaron por las olas
por otros pasos
por otros vientos.
Que será del mar
que viene y va
que será de mi
que divago al caminar,
no hay marea
más baja que la
de los resentimientos
ni hay vientos más fuertes que los
celos. El humano
es débil, es incierto
es maraña de
sentimientos, palabras
sueños.
Hay algo que nos habita
el cuerpo, que han llamado
alma, que han llamado
eterno, pero todo
acaba en este mundo incierto
las brisas se llevan los recuerdos,
los nuevos tiempos
borran los otros,
y solo el presente es el que lleva
los cimientos
de la vida triste
de la vida dura
vida de luchas, versos y recuerdos, allí voy yo...
cargando mis engaños, mis encantos, mis peldaños
huellas que se han borrado
en el mar
de los años.
La brisa es igual que la prisa,
se lleva todo y nada deja.