Ten piedad de mi
arráncame éste dolor
te lo pide un caballero
que a tus pies pone su honor.
Tú que curas heridas
aún las más dolorosas.
¿Entonces porque con las mías
tal parece que gozas?
Que eras tú el mejor bálsamo
me lo dijo la luna hace mucho,
hoy se oculta tras las nubes
testigo del dolor con el que diario lucho.
Mátame de una vez
o arráncame esta pena
dame el alivio bendito,
que su recuerdo me quema.
Ya las aves no cantan
en mi jardín todo es monotonía
se marchitó la rosa
la más bonita ,la más hermosa, la que me sonreía
Dime tú
dueño de las horas y los días
como me arranco su recuerdo
que me duele, que me hiere con cruel alevosía.
Dame vida
o quítamela de un tajo,
si un día nos amamos con locura
hoy su recuerdo es un doloroso legajo.
Amanece un nuevo día
he contado uno a uno los minutos
otra vez la máscara de alegría
y debajo mi dolor como tributo.
De tu nombre ni me acuerdo,
contesto y sonrío cuando me lo han preguntado,
más por dentro mi corazón llora
pues de tu amor sigue atrapado.
Otro día comienza
y hay que sonreir,
otro día comienza…..
hoy en vida vuelvo a morir.
Gastón Medina Vázquez