Vivi en muchos planetas antes de aterrizar aquí, cambie de casa unas cien veces, luego descubrí que lo que quería era escapar de mi.
Tenia tantos recuerdos que me perseguían como una flecha directo a mi frente apuntando siempre a mi cabeza, todos terribles, mi vida era un azar...
Hoy vivo en el mismo lugar, en el mismo planeta donde viven todas las personas a las que estimo demasiado y que nunca deje que me quisieran.
Escribo así porque quiero hacerme saber lo mucho que me ha costado llegar viva a éste mes del año, lo mucho que aprendí, los errores que eh reconocido, las batallas que gane y las que di por perdidas para no tener que pelearlas toda mi tranquilidad.
Quiero recordar con el tiempo, al leer mis escritos, y reconocer en la mujer en la que me convierta mañana, a la mujer de ahora que le atormentaba un mundo de alfileres.
Sabe que yo nunca había conocido la tranquilidad y mucho menos el amor propio, no sabía que era un momento silencioso en mi cabeza y ya no sabía como armar palabras, yo era una constante de arrebatos y de emociones, aún que siempre fui callada y nunca se me notaba cuando me empataba la tristeza y la rabia que comenzó a esconderse detrás del miedo, entonces callaba y perdonaba las cosas que creí que jamás perdonaría pero lo hice porque ya no era yo misma.
Me di cuenta hoy al regresar del trabajo que me había ido maravillosamente bien y que lo hice todo con una naturalidad, sencillez y valentía que no conocía, camine a casa y me sentí completa conmigo, a mi lado, me sentí mi amiga y mi apoyo, me sentí por primera vez cuidada y segura, y era yo quien me abrazaba y nunca había sentido éso antes.
Me dieron ganas de escribir como me sentía pero mi cabeza se nubló de ideas, pero un par de horas después algo más me sorprendió, yo estaba segura de que había algo que decir y de que lo haría ahora mismo, y con mi cabeza puesta aquí y solamente en ésto, escribo para ti que me lees... Quiero que sepas que por primera vez me doy completa, que me tienes toda tuya, que antes de ésta carta yo nunca fui de nadie, yo era una secuencia de eventos tristes que acumulaba vomitadas de textos que siempre me dejaban enferma.
Pero hoy solo escribo para que me leas, después de tanto tiempo, por primera vez te escribo, con el amor que aún no comprendo... pero que me das cada que te miro en el espejo, y sonríes solo de verme.
Gracias por pisar firme, por sonreír, por salir a la calle corriendo esperando toparte con el mejor día de tu vida, porque lo encuentras todos los días en las cosas más simples y cotidianas, por notar la humedad por la mañana y por despertar temprano aún que no hayas dormido nada, por hacer de buena gana las cosas que todos odian hacer y sonreír mientras agradeces por poder alivar la carga de alguien más.
Gracias a mi, porque me esfuerzo cada día por mejorar como ser humano, por dar lo mejor de mi, y por intentarlo bien fuerte.
Sigue siendo buena y no permitas que se apague tu sonrisa, sonríe ahora, sonríe siempre.