Esas que vuelan en los suspiros
que se hacen dueñas de la voluntad
Las que derritieron mis pupilas al mirarte
Las que no me dejaban dormir
Las que no nos dejaron pensar
Dónde están las respuestas
que sólo tu piel conoce
y sólo tu boca podrá aliviar
Cada minuto perdido lleno de ti
Mi brutal honestidad
Cada estrella que no brilló
por no quererla mirar
Por ti me hice poeta
Por ti mis versos libres
Por ti el inconformismo de hoy
de no quererlo aceptar
Por ti las pistas falsas del desamor
que no conducen a nada
Por ti no para la lluvia
y yo me ahogo en su charco
Por ti se hunden tejados
y no sé esto cuando va a parar
Yo no te dejo de pensar
Entregada, dormitando,
siempre esperando tu vuelta
como prisionera de guerra,
escondida, callada, en la sombra perdida
Custodiada por la pena
como no queriendo ser
como no pudiendo irse
como no sabiendo estar
Si volvieras algún día
así me vas a encontrar,
persiguiendo mariposas,
perdida entre tus letras,
respirando tus poemas
y viviendo sin libertad
No te reprocho nada
Sólo dime, por favor,
cuándo dejas de doler,
qué bálsamo he de usar
para parar este amor
que parece inmortal
y qué le digo a las mariposas
que no se quieren ir
sin antes saber por qué se van