Búsqueda continua de la integración social,
de la normalidad, como si eso existiera,
evitación del conflicto continua,
el oír que a mi no me importa, ya que no tengo vida propia.
De ello, me ha quedado un enorme cariño al débil,
Un respeto continuó y exacerbado al flagelado,
una nula reverencia y admiración al poder establecido,
por ausencia de causas claras y meritocraticas.
Soy el refugió del fusilado,
el mercenario del lodo y del suelo,
el que ya moribundo, saca el cuchillo,
y hunde al villano al final del ultimo acto.
Pero a pesar de todo, soy un tipo extremadamente positivo,
porque he tenido una madre y una abuela que me han protegido,
lo cual inverosilmente me ha hecho ser nada endogámico y confiado,
sentirme solo, autárquico, pero a diferencia de otros tremendamente respetuoso.😀