Haz pues mujer, de mi lo que tú quieras,
Ya que después de amarte tanto,
Solo te pediré:
Que me tomes por la espalda y en un descuido,
Clávame la filosa daga
Hasta atravesar por completo mí corazón
Que solo late por ti.
Te pediré mi bien amada,
Que después de este gran amor
Me Arranques de un tirón la piel
Y que no queden huella de tus manos
Ni el aroma de tus labios,
Que me haga recordarte.
Toma mi alma en ruinas, si así lo quieres mujer
Y échalo a la hoguera, y ya convertido en cenizas
Déjame, y que el viento me lleve donde quiera.
Después de amarte tanto,
De haberte dado todo hasta quedar vacio,
Nada podre ofrecer en el nombre del amor,
Ya que tú lo eres todos, entonces,
Haz pues mujer, de mi lo que tú quieras.