Vivir, una vida donde los sueños afloran,
donde el corazón y el pensamiento
de alegría y dicha retozan;
vida en la cual los campos,
hasta donde alcanza la vista
es un sendero de rosas;
donde los ángeles juegan libres,
donde le único rey es cupido,
donde se cumple todo lo que sueñas y pides,
donde los demonios del odio y del dolor
jamás en la realidad han existido.
Siempre se ha fantaseado y anhelado
a pesar que lo difícil no sea soñar,
sino que se nos hace imposible creer,
pues la realidad nos puede fácil vencer;
no importa lo mucho que el corazón luchó,
pues casi siempre se ha marchitado
por un mundo donde el que manda
es el dolor el odio y la soledad;
donde la alegría se convierte en envidia
el amor se transforma en rencor
y la amistad simplemente se hace árido;
en donde no importa recordar
si existe corazones que prefieren olvidar
antes de volver a llorar.
Un mundo donde la humanidad cada vez se hace más fría
donde ni rastros queda de un hermoso día
donde la ambición aparta al corazón
donde cupido ha sido excluido
y ha dejado de reinar
y la huella del dinero corrompe la paz.
Pero aun las cenizas de la ilusión
siguen rondando en nuestro pensar
ocultas hasta algún día poder aflorar
y volver real todo lo que se pueda soñar.