Si escucho tus palabras muy quedas, susurrantes,
se estremece mi cuerpo porque son excitantes.
Tus manos cuidadosas activan mis sentidos
si tus sutiles dedos se mueven atrevidos
induciendo el placer con tonos encendidos
como clara señal de dos cuerpos fundidos.
Son insignes momentos con la pasión salvaje
que provoca el delirio como mágico viaje.
Desenfrenados cuerpos, del placer son causantes
rompiendo los prejuicios, provocando gemidos
causados por los goces de muy sensual linaje.