El punto este, en que la acostumbrada ausencia,
es un estado normal en su esencia.
Cesa la expectativa y se instala el desapego.
Ha sido un proceso lento, aprendida su lección, el ego.
Es la infalible cicatriz del Tiempo y sus mecanismos.
Buscar aún, sin sorpresa por no encontrar en los abismos.
El recuerdo es costumbre, más la añoranza no es una agonía.
El entendimiento supera al sentimiento en demasía.
Como debe ser. Sin excepción ni tregua en el intento.
No hay tristeza ni decepción en el fundamento.
Todo es como debe ser. Así funciona el destino.
Es un paso a la vez sobre este camino.
La consigna es asirse fuerte al Hoy.
Y dejar bajo Mano Poderosa, el vehemente Soy.
Palabras, pensamientos y algunos versos.
Continuar disfrutando los mágicos sucesos.