Acarició tu espalda y tu cara tilda formas de placer, como si te fascinara; sin pisar freno continuo acselerando pero despacio para no apagar esa llama que ensendida está y no quisiera que disminullera esa flama que me agrada, que me asombra, que deseo continuar bajo esas sombras.
Avanzó lento y sin contratiempos le doy besos a sus cenos y a su cuerpo, que modesto me siento explorando su cuerpo perfecto como el frío rose del viento me extiendo y obtengo jugos de su nectal la mejor fruta de todos los tiempos que bello momento, si nos observaran sentirían tal placer como nuestros cuerpos jugando en el van y el ven.
Apretado esta el momento, te desbisto sin mencionar nada en el momento no entiendo que pasa pero nuestros cuerpos se llaman, piden más pasion y más agua que inunden nuestras almas.
Te acarició avanzó y aprieto como en el comienzo de esto que no tiene límites ni control tan solo el descontrol puede parar el deseo frustrado, el que nos hace esclavos, el que nos mantiene algo acalorados, el que nos hace menos santos, el que en tus partes me sentiría iluminado y que más da, si contigo quiero estar, si contigo nuestros cuerpos vivirían una eternidad y nos da igual si nos observaran, vieran como hablamos sin tartamudear bajo una aurora.
Henry Ruiz
10 de Noviembre 2019