Una tibia noche de luna llena
te vi salir de las olas del mar,
tus huellas sobre la dorada arena
eran deleitosas gotas de azahar.
Las blondas guedejas de tu melena,
esparcidas por el viento al azar,
parecían las de una áurea sirena
que a la arena saliera a reposar.
Los sueños besaban tu piel morena,
como los peces el agua del mar,
te cubrían átomos de luna plena
que irradiaban destellos sin cesar.
Tu nívea cara era blanca azucena
que envidiara Venus al contemplar,
exhalabas aroma a hierbabuena
y a deliciosas frutas de ultramar.
Una tibia noche de luna llena
te vi salir de las olas del mar,
desde entonces mi alma en el evo pena
porque mi amor no te puede olvidar.
Suspiros y sueños de amor