LA VOZ TORNARÁ MÁS CÁLIDA
Resbala la intransigencia
por el corazón de piedra,
mientras el odio se asienta
en las encendidas venas.
La razón se difumina
entre vapores de miedo,
se doblega la conciencia
encubriéndose el respeto.
Estandartes que subyugan
para tapar las miserias,
con blasones de opereta
y crespones que camuflan,
la verdad, que se atrinchera.
En el corazón se enquistan
como insalubres heridas,
que a sus latidos se aferran.
Banderas multicolores,
de estambre y tela la idea,
sumergida en la nostalgia
que se agazapa en su cueva.
Himnos que alteran la sangre
y que ensalzan la pelea,
nublando el entendimiento
con recios tonos de guerra.
Al grito se quedan quietas
como figuras de cera
y se agrietan las neuronas,
en las frágiles cabezas.
La voz se rompe por dentro
en el fuego que se crea
y la verdad se deforma,
retorciéndose en su esencia.
Clamores como cuchillas
que los valores cercenan
y las heridas se abren,
como bocas en la tierra.
A borbotones temores
de las mentes se apoderan
y se desangran los órganos,
en las oprimidas penas.
La voz tornará más cálida
cuando el respeto sea regla
y los corazones suenen,
al ritmo de las conciencias.
Las palabras de platino,
forjadas en la nobleza
y los brazos extendidos,
para abrazar a quien pena.
A.L.
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11/11/2019