Rafael Escobar

\"DELIRIOS DEL ALMA\"

 

Marchitó la fragante amapola

y calló del canario su trino,

mas los días de amor que me diste

los llevo conmigo.

 

El verano secó la pradera

y segaron la espiga del trigo,

mas conservo en la mente tu imagen

tan llena de brillo.

 

Emigraron las aves del bosque

y dejaron sus cálidos nidos,

pero en mi alma tu sigues guardada

cual regio zafiro.

 

Puede el cielo quedarse sin nubes

o que pierda la luna su nimbo,

pero nunca podría apagarse

mi amor infinito.

 

Es entonces que pienso muy triste

que tu fuiste tan solo delirio,

que llegó de repente a mi vida

igual que un suspiro.

 

Autor: Aníbal Rodríguez.