Somos dos Navegantes
cuyo milagro es haber coincidido
el océano a más de ser extenso
es indescifrable
pues sus olas han sido la yunta de nuestro destino.
Hoy que la constelación es casi perfecta
me niegas tu imagen
entre lógicas de arena y frágiles cuadrados.
Has hecho de tu fotografía
la mirada triste de un Náufrago
ante un navío extraviado en el firmamento.
El Náufrago soy yo,
y tu estampa:
mucho más que un escapulario.