alicia perez hernandez

Me fui a la playa para olvidarte...

Me fui a la playa para olvidarte...

 

...Me fui a la playa para olvidarte. ¡AMOR!

Y todo me traía recuerdos de ti y de mí, de los dos

Tan mío tanto tiempo qué es difícil olvidarte

...Y tan tuya qué sigo estando ahí, cerquita de ti.

Tan profundo el mar cómo tus ojos, y me

trajo tú mirada bañada de ternura en la desnudez

de mi piel bronceada y se quedó pintada en mí.  

¡Tus ojos, hermosos! Tan profundos cómo el miedo

de no poder olvidarte después de tanto tiempo de amarte.

...Cuándo la ola me abrazó yo recordé tu abrazo

el qué en tu pecho dormí y las estrellas vi mecida

en tus brazos de macho aquella noche que viniste a mí

y mis lágrimas borraste con tus palabras de amor y hoy

todavía las recuerdo. ¡Imposible olvidarte! Eres difícil de olvidar.

Mi cuerpo flotaba en el mar y, se me hacía difícil nadar,

sentía tú cuerpo sobre el mío cómo tantas veces lo sentí

y era para mí cómo la brisa recordando tus caricias aquellas,

pocas, muchas, o ninguna, en ese momento eras mío,

eras fantasía y la sombra de una nube se hizo poesía

y me llevó a amarte más, cada vez mas tú poesía la leía.

Creerás qué sentí tus manos recorrer todo mi cuerpo

y desabrochar mis ropa para hundirnos en el mar

y respirarnos y tenernos abrazados como salvavidas

y el amor no acabe hundiéndose en las aguas del recuerdo,

éramos tan tú y tan yo, tú tan mío yo tan tuya, nadie mas.

...Y sofocamos nuestras ganas de seguir amándonos

enredados nuestros cuerpos bajo el agua zambullimos

sin vergüenza para descubrir la piel y vestirla de besos,

hicimos erupción y aquellos de por ahí; pensaron qué un

volcán había abajo del mar, mas tú cuerpo con el mío ardía,

cuerpo y cuerpo hicimos eclosión y  sobrevivimos respirándonos 

bajo el agua. No me culpes si te vivo o tengo en mis fantasías.

...Queriéndote olvidar vivo recordándote todos los días

los momentos que contigo viví y vaya a donde vaya no te olvido.

Siempre tuya y siempre mío. ¡Amo tus ojos, ojos míos!

 

Alicia Pérez Hernández… México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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