Frank Carlos

No más

La noche es un desierto austero de palabras

Me prometiste volver antes que el otoño

Desprendiera las últimas flores del rosal

Que guardo en el lugar cercano.

 

La noche es un evento frugal y amansa

la desdicha de la soledad y el trago amargo

En un portal cercano algún lúgubre y excelso

De la calle teje su rutina con humo de un tabaco.

 

La calle es un lodazal de ideas mansas

Y yo menso pendiente al firmamento

Por sonde debías anunciarte con luz de aurora

Más solo  es el adorno de unas nubes borrosas.

 

La noche se hace senil y solitaria va a su tumba

A respirar su últino minuto ennegrecido

Las estrellas se apagan en el firmamento

La monotonía del recuerdo de un beso me detiene.

 

Y paro como un reloj de cera al sol bañado

En la aurora febril que dispersa partículas

De tu último adios en mi memoria fría

Y enajena mi alma en una nube efímera de horarazca y sal.

La noche se dispara y agoniza solitaria

El día promete la humedad que quizás

Lave por siempre esta mancha en mi piel

En el alma no, en ella guardo cicatrices

De tus últimas emboscadas, más hoy han muerto

Todas tus estrategias 

Quizás sea mejor así, que se apaguen con las estrellas

Todas las memorias de tus adioses y regresos

Y en el alma crezca como una selva

el desdén por tu humedad intermitente y perentoria.