Si me llamas maestro. Me sentiré tan honrado. Como un rey con su cetro. O un pobre letrado. Si me llamas pobre diablo. Me sentiré en mi alma rico. Sé de lo que hablo. Porque nunca despotricó. Si me llamas alto. No te creo, soy bajito. Aunque por un sobresalto. Doy un salto y grito. Si me llamaras culto. Te diré que lo procuro. No quiero ser un bruto. Que confunda pared con muro