¡Ay cómo te recuerdo mi noviembre!
¿Y cómo no acordarme si me distes,
trigales y harina como alpiste,
y cosecha abundante con bimembre?
Saciando hambruna de por sí ¡emotiva!;
la que por años venía cargando,
pensando y pensando… caminando,
desenlazando mis manos cautivas,
al tener en mis brazos bella herencia,
del amor cultivado en primavera,
de sueños enlazados con querencia,
nació el Gorrión, la Rosa fue primera,
que mi jardín llenaron de Florencia,
haciendo de mi vida…jardinera.