De tanta espera, me inunda la agonía
El horizonte infinito, borrando las veredas
El mirar perdido, buscando las figuras
¿A dónde estás ahora?. ¿Alguna vez viniste?, ¿a donde habrás partido?
Abrumada mi existencia por tu tardanza, me vence el nihilismo
Sin fe, sin conciencia, sin creencia alguna, me abruma tu silencio
Mi intelecto que te infiere. Mi palma que te delinea.
Imagino el día de tu venida, profundamente humano, carnal, mundano.
Mis sentidos que te revelan, mis ojos que te contemplan.
Abrazo busco en esta hora, aciaga, escéptica.
No quiero más tu demora
¿Mi grito que se eleva, existes?, y yo continúo aquí en esta hora.