Esta noche
Cuyo entrañable silencio
Hiere mis oídos
Acaricia igual, el tinglado
De mi alma ignota.
Implacable a veces, sí. El silencio, gota de misterio que el alma implora.
Ocultase el sol e inicia para mí la hora de ensueño. La gota de rocío nocturnal fenece y un manto de aleluya yace ante mis ojos.
Me encanta el silencio y su inagotable sapiencia. Adoro la noche y su magia ardiente.
- ¿Qué dice el viento, la luna, las estrellas?
- ¿Qué hay en el alma del hombre que refugia su tristeza tras una nube espesa?
- ¿Qué refleja el mar que a la muerte asemeja?
¡Ábreme los ojos y oídos, magia delirante y bella! ¡Cubre de flores y mutismo mí existencia!
¡La vida no lo es, si el retazo de silencio se resguarda a su lamento!
¿Qué sentido, deambular en aureola de bullicio y vulgaridad perenne?
¡Paz ansia el cuerpo, paz añora el alma!
Es hora del silencio y la reflexión aflora, la verdad oculta se percibe y el ápice de libertad y paz que el espíritu ansía, cual raíz del alma vivifica.
* Imagen tomada del muro de Islam Gamal.
Luz Marina Méndez Carrillo/10072019/Derechos de autor reservados