No le digas con palabras lo que sientes,
dile con hechos claros tus sentimientos,
libera tu libertad de pensamientos,
y encarcela su corazón latiente.
No le prometas nada que no cumplirás,
antes desnuda tu alma de tus temores,
libérate de los pasados amores,
que descargado del pasado le amarás.
No le expreses tu idea con proyecciones,
ni le animes a creer en tu palabra,
porque pueda que su alma sincera se abra,
y con tus hechos hieras sus emociones.
No insistas con lágrimas amarrarle,
tampoco con sutiles provocaciones,
las que con el tiempo serán aguijones,
que a sentir sufrimiento van a forzarle.
No le convenzas con bella poesía,
ni le envuelvas con gráciles coqueteos,
pues tus ojos mirándole con ladeo,
anuncian que sufrirá melancolía.
No le regales vanidosas sonrisas,
ni le halagues con palabra rimbombante,
que aunque tu halago sea rutilante,
es incierto que a tus brazos vaya aprisa.
No le ofrezcas un paraíso perfecto,
ni espacio donde confluyan las pasiones,
que luego terminen en desilusiones,
y en historias escritas con defecto.
No le mientas con intención malévola,
ni manipules sus conmiseraciones,
la vida cual bumerán da devoluciones,
y no serán con gratitud benévola.
No le niegues nunca tu fiel sentimiento,
No le sea infiel si su amor es sincero,
No se baste a sí mismo con un te quiero,
No le cause nunca ningún sufrimiento...
…porque el amor serafín es verdadero,
y no admite engaño con falso lamento.