Pertenecemos a los lugares y a la vida,
Lugares que nos regalan momentos,
La vida que nos da más lugares y tiempo,
Momentos que nos brindan alegría,
Alegrías, nostalgias y recuerdos de vida.
Pertenecemos a la tierra y a la brisa,
Esa tierra que nos espera cuando no haya vida,
La brisa que nos roza la mejilla,
Esperamos siempre un poco más,
La desilusión no es tan suave como la brisa.
Pertenecemos al cielo y al infierno,
Bien decía mi abuela,
No hay que ir a ningún lado para sentir ambos,
El cielo que en sus azules nos abraza,
El infierno que en lágrimas arraza.
Pertenecemos a todo y a nada,
Inmersos en el misterio de la vida y lo que nos falta,
Todo lo maravilloso que nos rodea,
La nada que se atraviesa y nos nubla la mirada.
Pertenecemos al habla,
Bien sabemos, somos esclavos de nuestras palabras,
Lo que decimos nos libera y arrebata,
Lo que callamos y nos destroza el alma.
Pertenecemos nuestros pensamientos,
Hoy sabemos menos
De lo que podamos saber mañana.