Cantarinas gotitas de luz
saltan a la par del sonido del mar
donde se esconde la ilusión
de un viejo y gran amor.
Sé escucha el aleteo de las gaviotas
que en manada vuelan en parvada
salpicadas de chispas saladas,
dando la bienvenida a la alborada.
El pensamiento surca el horizonte
se esconde temeroso bajo el oleaje,
de mi exaltado intelecto abre el herraje
se apodera de mi alma, ¡polizonte!
A lo lejos se escucha un murmullo
que envuelve a mi espíritu en un arrullo
me dejo llevar hasta la orilla del mar
echando las últimas penas a navegar.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.