**Un silencio compartido**
Sentarse a su lado
mirarla a los ojos,
respetando su silencio
donde todo se dice
sin decir nada,
cuando no hay ganas
y la boca enmudece
sin decir ni una palabra,
entonces sientes
lo necesarios
que son esos momentos,
callados
donde no se escucha
nada más que el respirar
de su alma
para seguir en la lucha diaria,
se estremecen las mañanas
cuando las nubes
parecen dibujadas
con pigmentos verdes,
donde no cabe
nada más que la esperanza,
para proseguir viviendo
teniéndola cerca,
dando gracias al cielo
cuando hasta el tren marcha
en dirección contraria,
hoy mirando sus ojos
en esos largos silencios,
solo sentí impotencia
de no poder ayudarla,
y noté en mi cara las lágrimas
cubriendo los míos,
dejándome llevar por la rabia,
se acaba otra jornada
arrugándose el corazón,
esperando que se disipe
esta neblina
y nos iluminen el nuevo día
los rayos del sol
Elena ©
(escrita para mi hija)