José Luis Barrientos León

Tu voz

Tu voz que me acude como espíritu seráfico

Que me inunda y   me recorre

Tu voz que me inflama, me consume y derrama

Que me acaricia, me reclama y me salva

 

Tu voz que me convierte, asesina y me levanta

Que desorienta el sonido y la piel

Tu voz que descubre el fuego y el silencio

Que roza, acaricia y abandona

 

Tu voz dócil, sencilla y clara

Tu voz que se subleva, insumisa y valiente

Tu voz que recorre los espacios y vence las distancias

Tu voz que asesina el drama y enciende la ternura

 

Tu voz segura que enciende el fuego

Tu voz dulce que besa y calma

Tu voz quieta de placeres escondidos

Tu voz que se arrepiente, renace y reaparece

 

Tu voz tibia que convierte el deseo en gozo

Tu voz cálida que muda del gozo a tu vientre

Tu voz plácida que transmuta de tu vientre al gemido

Tu voz íntima que calla el gemido con tu labio ardiente