el mapa
dividido por fantasmas
libros, comatosos
ordenado en torres
en laberintos más allá de la comprensión
la promesa del tesoro
un océano de leche
agitándose contra la orilla
la luz vagando sobre los pasajeros
piedras en configuraciones improbables
blancos y negros
sus títulos apenas legibles
Me siento tan tranquilo y libre
aquí es donde tenemos que estar
la textura del río
constelaciones doradas que bailan
la superficie del mar
el horizonte de tu corazón
la velocidad de un día de verano
su arco a través del cielo
millones de milagros
estoy en un desierto
buscando una concha plateada
y tu también
y te encuentro
y me encuentras
y nos encontramos